Friday, June 13, 2014

Carta abierta a Juan Carlos Florián



Querido Juan Carlos:

Me he animado a escribirte esta carta tras algunos días en los que he escuchado muchos comentarios y críticas sobre nuestros actuares. Sobre el tuyo como Director de la Subdirección de Asuntos LGBT y sobre el mío como ciudadano y columnista.

Creo que vale la pena que incentivemos una discusión más abierta y democrática sobre nuestros papeles en la sociedad colombiana, sin necesidad de señalarnos como “enemigo número 1” o como personas incompetentes, pues reconozco que ninguno de los dos somos lo uno o lo otro.

Cuando me animé a escribir mi columna, encontré que estaba rompiendo un silencio entre activistas y personas comprometidas con la causa LGBT. Este podía deberse a que muchas de las personas que tradicionalmente tuvieron una voz crítica, habían decidido irse a trabajar contigo o con la Dirección de Diversidad Sexual o con  otras instancias del Estado. Evidentemente, uno no puede ser juez y parte y por ello silenciaron sus disidencias. En otros casos he visto que personas jóvenes no cuentan con las herramientas o los espacios para plantear sus críticas, o simplemente, como sucede en nuestro país, no sienten que sea necesario.

Mi conciencia como defensor de derechos humanos, unida a mi desinterés en vincularme con instituciones públicas, me mantiene en una posición de análisis sobre los procesos de la política pública. De otro lado, entre conversaciones, diálogos y debates como muchas personas, en especial con las personas Trans, me dan una perspectiva que escapa a las discusiones políticamente correctas que definen la vinculación laboral o contractual o los contratos por algún tipo de servicio con la Sub LGBT, en algunas personas.

Mi apuesta es porque profundicemos la democracia, porque fortalezcamos nuestra participación, porque sobrevivamos los embates del cambio de administración distrital, los cuales no prometen ser muy afines a nuestras luchas. Y eso, querido Juan, lo lograremos cuando nuestras apuestas políticas y personales trasciendan lo que estamos haciendo aquí y ahora, y logremos que, con disidencias y compromisos, nos sintamos incluidos todos y todas.

Querido Juan:

Admiro tu capacidad para asumir el reto de administrar una institución tan grande y compleja como lo es la Subdirección. El presupuesto de tres mil millones que es el más pequeño de la Secretaría de Integración Social, pero el más grande que hemos tenido en toda la historia de República en Colombia y en el ámbito distrital hasta el momento, es un reto de ejecución enorme, el cual implica decisiones complejas y que dan un reto sin precedentes igualmente.

Con ese sentido, los aportes que se hagan sobre esa ejecución son muy importantes. No es posible comprender toda la complejidad de adoptar las mejores medidas para las personas, pues nuestros mecanismos de participación política y la cultura política que hemos construido como colombianos y colombianas no son los mejores. Por ello, escuchar más y más voces, con la humildad que debe caracterizar a un funcionario público comprometido, como eres tu, es una herramienta fundamental.

Comprendo igualmente que las presiones y el estrés de ejecutar este presupuesto, dar resultados y mantener buenas relaciones con los diferentes grupos de presión que hay alrededor tuyo, deben ser exagerados. Sin embargo, el aceptar el reto de administrar y dirigir este reto traen consigo estas dificultades. Y de nuevo, mantener la serenidad, fortalecer tu equipo de trabajo, sin gritos, sin amenazas, sin salirte de tus casillas, son herramientas que te pueden ayudar a sobrevivir los retos.

Querido Juan:

Nuestro país nos ha hecho creer que los cargos públicos son útiles para ganar apoyos y respaldos. Esto es una práctica lamentable porque a veces quedamos bien con algunos pero sacrificamos procesos institucionales. Las mejores personas, quienes mejor desempeñan su trabajo, a veces no están afiliadas a una organización específica o cuentan con las referencias de activistas tradicionales. Pueden existir muchas personas interesadas, sean o no LGBTI, para desempeñar esas funciones y por eso requerimos concursos públicos, por los casi hapinero. Entiendo que se haya celebrado el primer aniversario de este, pero ignorar la historia y los aprendizajes de méritos que nos permitan exigir cuentas sobre unos términos de referencia claros y públicos.

Estas personas pueden devolverle el misticismo a los Centros de Atención Integral a la Diversidad Sexual, en especial al de Teusaquillo, para que se parezca más al de Chapinero. Entiendo que se haya celebrado el primer aniversario de este, pero ignorar la historia y los aprendizajes de los casi 7 años que estuvo en Chapinero.

Uno de esos aprendizajes, fue que tener abogados permanentes era muy importante por el tipo de solicitudes de servicio jurídico de personas LGBTI. Entiendo que por misionalidad no te corresponde asignarlos, pero el nombrado acuerdo interadministrativo con Secretaría de Gobierno urge!

El enfoque de derechos humanos que rige la política pública tiene que materializarse, y para ello debemos redoblar esfuerzos en que la lucha contra la impunidad en que se encuentran múltiples violencias cometidas por funcionarios y funcionarias públicos y públicas, así como por particulares, debe ser una prioridad.

En este sentido necesitamos pensar en acciones que tengan más impacto que las ferias locales, o eventos artísticos, que si bien son muy importantes, necesitan ser acompañados de otras acciones estratégicas de reivindicación de derechos humanos y dignificación.

Querido Juan:

Te reitero que mi interés no es criticar de manera destructiva. Mi interés es aportar de una manera crítica y reflexiva sobre la forma como se está desarrollando el actuar de la Subdirección y que mediante un diálogo abierto, sincero, transparente, podamos fortalecer tu actuar en la dirección y que nos beneficiemos todos y todas, lo cual dejo claro no es una solicitud de contrato o vinculación laboral alguna contigo o la Subdirección.

Te reitero la importancia de que te rodees de personas con un actuar técnico, ético y laboral de las más altas dignidades y que no den la impresión de estar cerca de ti para hacer política partidista o mover intereses que no son del todo transparentes o que si lo son, logran ocultarlo muy bien.

Recibe mis más sinceros saludos afectuosos y te reitero mi apertura al diálogo.

Jorge Parra Oviedo



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