Monday, June 23, 2014

Carta abierta a Bibian Sophia Cáceres


Querida Bibian Sophia:

Te escribo de esta manera, tras la discusión que sostuvimos por Facebook y que desembocó en una serie de comentarios agresivos de tu parte y que me dejaron pensando sobre que clase de mal entendidos han surgido entre los dos.

Debo comenzar por presentarte excusas, pública, abierta y honestamente, si algún comentario de mi parte se ha transformado en un agravio. Me deja pensando que afirmes que han llegado rumores sobre cosas que cuestiono de tu cuerpo o de tu hoja de vida, al igual que de Tatiana Piñeros. Lamento que los rumores o chismes lleguen a estas instancias y no es mi interés lastimarte ni ofenderte.

Ahora bien, en tu labor como contratista de la Subdirección de Asuntos LGBT de la Secretaría de Integración Social, en la cual desempeñas funciones públicas, es otro el asunto. Allí debes recordar que desempeñas un trabajo financiado con recursos públicos, y lo más importante: al servicio de la comunidad.

Como ciudadano, interesado en estos temas, he tenido acercamientos con algunas instituciones distritales, en donde he sido informado de las capacitaciones que has brindado y sobre los contenidos alcanzados. En este sentido si aparecen interrogantes sobre los contenidos y enfoques que estás dando a esos trabajos.

Las personas trans (uso este termino para englobar desde transformistas hasta transexuales) requieren medidas de política pública que van muchísimo más lejos que las capacitaciones y sensibilizaciones. El marco legal vigente en Colombia deja algunas puertas abiertas y la jurisprudencia de la Corte Constitucional da algunas luces más sobre cómo desarrollar el marco de derechos humanos y derechos fundamentales que hay vigente en la actualidad en el país. Y de acuerdo a lo que he conocido en las instituciones del Distrito, este no es el enfoque que has usado, junto con otras personas de la Subdirección, quizás sean estos comentarios los que llegaron a tus oídos de una manera tergiversada y mal intencionadamente ampliados.

Querida Bibian Sophia:

En estos momentos vemos como las personas trnas han comenzado a tener una voz más fuerte, más diversa, menos temerosa de la represión. Nuevos liderazgos comienzan a surgir. Liderazgos que se abren espacio de las maneras que los viejos liderazgos les han dejado.

La historia suele ser escrita por quienes vencen. Son esas personas quienes se abrogan la potestad de decir que sucedió, cómo sucedió y quién es quién. Eso he visto en varios espacios en los que trabajo con ellas y ellos. El problema ha radicado en que algunas personas, que tradicionalmente han trabajado por las personas trans no han aceptado estas nuevas dinámicas y las critican. Con alguna razón, siento que critican la falta de memoria y la negación del camino avanzado. Pero por otro lado, también quieren deslegitimar a quienes están rompiendo con esa tradición de hacer política trans de manera vertical, en donde unas pocas han crecido y niegan opciones a que otras crezcan.

La Ola Fucsia se ha propuesto como un espacio horizontal, en el que pueden llegar todos y todas quienes se quieren articular en un esfuerzo por visibilizar la necesidad, y urgencia, de discutir y aprobar una Ley de Identidad de Género.

Sé que has trabajado en un proyecto de Ley. Que lo han discutido, circulado e intentado alimentar. Pero este esfuerzo no ha sido apoyado por muchas personas trans y aliadas. Esto, unido a la distancia planteada contigo y con tus organizaciones aliadas me haría pensar, si estuviera en tus zapatos, sobre porqué sucede. ¿Será que no genero confianza entre las personas? ¿Será que genero más bien desconfianza? Estas preguntas tu las sabrás responder mejor que yo.

Querida Bibian Sophia:

Quiero terminar refiriéndome a los términos despectivos que empleaste para referirte hacia mi. Los cuales no puedo negar que me lastimaron.

Empiezo por tu descalificación por mi ausencia de ”tránsito”. Creo que no me conoces bien, y que no sabes si transito o no por los géneros. Tu sabes muy bien que muchas personas estamos en lugares límites de la sexualidad, y que cada cual se nombra. No tenemos NINGUNA autoridad para nombrar quien está o no en algún lugar.  Y de otro lugar, así no transitara, ¿esto me invalida para trabajar temáticas trans? Te invito a que reflexiones sobre eso.

Me llamas “aparecida”. (Lo cual es extraño, pues dices que no transito por los géneros). ¿Lo haces para hacerme sentir mal por mi afeminamiento? ¿Sientes que mujerear a un hombre lo denigra? No sabes muy bien cuanto tiempo llevo trabajando temáticas relacionadas a personas trans y no “aparecí”, me articulé a procesos y camino con ellos y ellas.

Procedes a decir que usaré tu Facebook como trampolín y que usa a las personas travestis. Lamento decirte que no necesito trampolines, porque no quiero saltar, prefiero caminar, avanzar paso a paso. Y por ello tu afirmación de que “uso” a las personas trans es aún más ofensiva, pues nunca he necesitado usar de nadie. Reconozco la humanidad de toda persona, en especial de las personas trans, y no me valgo de ellas para conseguir contratos con la Alcaldía, Ministerios ni proyectos del Fondo Mundial.

Finalmente cambias una letra de mi apellido para llamarme “Perra”. Esto no me queda claro. ¿Insinúas que soy promiscuo? Y en caso afirmativo, ¿Qué tiene eso de malo? ¿No peleamos por la autonomía del cuerpo, de los derechos sexuales? Y por eso mismo, ¿No hemos aprendido a evitar prácticas de riesgo?

El otro escenario es que me llames “Perra” para denigrarme. Y vuelvo a preguntar, ¿El uso del femenino es para hacerme sentir menos? ¿Las perras son malas en si mismas? ¿Los perros si son mejores?

En síntesis, querida Bibian Sophia, lo que mas me duele de esta confrontación es que una persona que ha sido formada en derechos humanos, en educación a pares, que promueve la dignidad de las personas trans, que está encargada de temas de calidad y asesoró a la Alcaldía en la implementación de la política pública, capacitando a personas, promoviendo campañas dentro de sus compañeras y compañeros trans en esta institución, emplee todos estos estereotipos y títulos denigrantes para una persona gay.

No creo que podamos llenarnos la boca hablando de PAZ, como lo hiciste tu en el video de la campaña de reelección de Santos, mientras no desarmemos el corazón, mientras sigamos perpetuando estereotipos tan ofensivos, mientras sigamos creyendo en que atacar al otro va a resolver algo.

Una lección de paz, es justamente esta carta, una invitación a dialogar, de manera tranquila, con argumentos, con experiencias de vida, con amor por el otro, incluso cuando hace daño y nos ofende, como ha sucedido entre tu y yo.

Si no logramos hablar así, ¿Qué esperaremos de las iniciativas legales, de la política pública distrital, de la política nacional?

Te extiendo mi mano, y abro las posibilidades para que hablemos. Aunque dejas claro que he sido “muy atrevida” por intentar hablar contigo, como si fueses una Reina inalcanzable, siendo que te veo como una mujer trans, comprometida a su manera con el avance de los derechos de todas y todos.

Recibe un caluroso abrazo, lleno del amor que puedo sentir por una compañera de lucha.


Jorge PARRA Oviedo.


Friday, June 13, 2014

Carta abierta a Juan Carlos Florián



Querido Juan Carlos:

Me he animado a escribirte esta carta tras algunos días en los que he escuchado muchos comentarios y críticas sobre nuestros actuares. Sobre el tuyo como Director de la Subdirección de Asuntos LGBT y sobre el mío como ciudadano y columnista.

Creo que vale la pena que incentivemos una discusión más abierta y democrática sobre nuestros papeles en la sociedad colombiana, sin necesidad de señalarnos como “enemigo número 1” o como personas incompetentes, pues reconozco que ninguno de los dos somos lo uno o lo otro.

Cuando me animé a escribir mi columna, encontré que estaba rompiendo un silencio entre activistas y personas comprometidas con la causa LGBT. Este podía deberse a que muchas de las personas que tradicionalmente tuvieron una voz crítica, habían decidido irse a trabajar contigo o con la Dirección de Diversidad Sexual o con  otras instancias del Estado. Evidentemente, uno no puede ser juez y parte y por ello silenciaron sus disidencias. En otros casos he visto que personas jóvenes no cuentan con las herramientas o los espacios para plantear sus críticas, o simplemente, como sucede en nuestro país, no sienten que sea necesario.

Mi conciencia como defensor de derechos humanos, unida a mi desinterés en vincularme con instituciones públicas, me mantiene en una posición de análisis sobre los procesos de la política pública. De otro lado, entre conversaciones, diálogos y debates como muchas personas, en especial con las personas Trans, me dan una perspectiva que escapa a las discusiones políticamente correctas que definen la vinculación laboral o contractual o los contratos por algún tipo de servicio con la Sub LGBT, en algunas personas.

Mi apuesta es porque profundicemos la democracia, porque fortalezcamos nuestra participación, porque sobrevivamos los embates del cambio de administración distrital, los cuales no prometen ser muy afines a nuestras luchas. Y eso, querido Juan, lo lograremos cuando nuestras apuestas políticas y personales trasciendan lo que estamos haciendo aquí y ahora, y logremos que, con disidencias y compromisos, nos sintamos incluidos todos y todas.

Querido Juan:

Admiro tu capacidad para asumir el reto de administrar una institución tan grande y compleja como lo es la Subdirección. El presupuesto de tres mil millones que es el más pequeño de la Secretaría de Integración Social, pero el más grande que hemos tenido en toda la historia de República en Colombia y en el ámbito distrital hasta el momento, es un reto de ejecución enorme, el cual implica decisiones complejas y que dan un reto sin precedentes igualmente.

Con ese sentido, los aportes que se hagan sobre esa ejecución son muy importantes. No es posible comprender toda la complejidad de adoptar las mejores medidas para las personas, pues nuestros mecanismos de participación política y la cultura política que hemos construido como colombianos y colombianas no son los mejores. Por ello, escuchar más y más voces, con la humildad que debe caracterizar a un funcionario público comprometido, como eres tu, es una herramienta fundamental.

Comprendo igualmente que las presiones y el estrés de ejecutar este presupuesto, dar resultados y mantener buenas relaciones con los diferentes grupos de presión que hay alrededor tuyo, deben ser exagerados. Sin embargo, el aceptar el reto de administrar y dirigir este reto traen consigo estas dificultades. Y de nuevo, mantener la serenidad, fortalecer tu equipo de trabajo, sin gritos, sin amenazas, sin salirte de tus casillas, son herramientas que te pueden ayudar a sobrevivir los retos.

Querido Juan:

Nuestro país nos ha hecho creer que los cargos públicos son útiles para ganar apoyos y respaldos. Esto es una práctica lamentable porque a veces quedamos bien con algunos pero sacrificamos procesos institucionales. Las mejores personas, quienes mejor desempeñan su trabajo, a veces no están afiliadas a una organización específica o cuentan con las referencias de activistas tradicionales. Pueden existir muchas personas interesadas, sean o no LGBTI, para desempeñar esas funciones y por eso requerimos concursos públicos, por los casi hapinero. Entiendo que se haya celebrado el primer aniversario de este, pero ignorar la historia y los aprendizajes de méritos que nos permitan exigir cuentas sobre unos términos de referencia claros y públicos.

Estas personas pueden devolverle el misticismo a los Centros de Atención Integral a la Diversidad Sexual, en especial al de Teusaquillo, para que se parezca más al de Chapinero. Entiendo que se haya celebrado el primer aniversario de este, pero ignorar la historia y los aprendizajes de los casi 7 años que estuvo en Chapinero.

Uno de esos aprendizajes, fue que tener abogados permanentes era muy importante por el tipo de solicitudes de servicio jurídico de personas LGBTI. Entiendo que por misionalidad no te corresponde asignarlos, pero el nombrado acuerdo interadministrativo con Secretaría de Gobierno urge!

El enfoque de derechos humanos que rige la política pública tiene que materializarse, y para ello debemos redoblar esfuerzos en que la lucha contra la impunidad en que se encuentran múltiples violencias cometidas por funcionarios y funcionarias públicos y públicas, así como por particulares, debe ser una prioridad.

En este sentido necesitamos pensar en acciones que tengan más impacto que las ferias locales, o eventos artísticos, que si bien son muy importantes, necesitan ser acompañados de otras acciones estratégicas de reivindicación de derechos humanos y dignificación.

Querido Juan:

Te reitero que mi interés no es criticar de manera destructiva. Mi interés es aportar de una manera crítica y reflexiva sobre la forma como se está desarrollando el actuar de la Subdirección y que mediante un diálogo abierto, sincero, transparente, podamos fortalecer tu actuar en la dirección y que nos beneficiemos todos y todas, lo cual dejo claro no es una solicitud de contrato o vinculación laboral alguna contigo o la Subdirección.

Te reitero la importancia de que te rodees de personas con un actuar técnico, ético y laboral de las más altas dignidades y que no den la impresión de estar cerca de ti para hacer política partidista o mover intereses que no son del todo transparentes o que si lo son, logran ocultarlo muy bien.

Recibe mis más sinceros saludos afectuosos y te reitero mi apertura al diálogo.

Jorge Parra Oviedo